miércoles, 25 de marzo de 2009

Gran Especial Informativo

Tercer Capítulo: Asalto Final sobre Berlín
El frente alemán ya estaba roto. 22.000 cañones soviéticos agredieron con furia el territorio alemán, cerca al río Oder. En el sector oriental era inminente la caída del Tercer Reich.

Hitler era terco, su odio profundo al comunismo, su deseo de tener en sus manos a Moscú eran las vendas que cubrían su vista. El sacrificio de un soldado verdaderamente nacionalsocialista era dar la vida por su nación, ese era su mayor honor. Por esto, debía morir luchando y defendiendo lo que era indefendible.

El Führer le decía a sus hombres de armas: “La guerra europea se declara en éste momento al este de Berlín. Y los exhorto a contener a los rusos en un ‘mar de sangre’”.

Su discurso racial y antisemita no perdía fuerzas, aunque sus Wehrmacht (Ejército alemán) ya flaqueaban. Los rojos estaban a menos de 50 Km. de Berlín. El recuerdo de su juventud en Viena, los pensamientos libertinos del movimiento sindical de los primeros años del siglo XX, que era auspiciado por la socialdemocracia ambiciosa y antinacional, que a su vez estaba a cargo de los judíos ricos que hablaban de pobreza sin haberla sentido nunca, todos, en conjunto, eran un recuerdo imborrable en su memoria.


“Por última vez –decía Hitler– nuestro enemigo mortal, el judío bolchevique, ha lanzado la ofensiva con sus masas. Trata de arrasar a Alemania y de eliminar a nuestro pueblo. Vosotros, los soldados en el frente este, conocéis bien por propia experiencia la amenaza, especialmente las mujeres, las muchachas alemanas y los niños. Mientras los ancianos y los niños son asesinados, las mujeres y las muchachas son degradadas”.

La violencia y rudeza del ejército rojo eran inhumanas. Cifras de guerra mencionan que había mujeres en el frente oriental, cerca o en Berlín, violadas hasta 60 veces por los soldados soviéticos. El botín de guerra era el civil vulnerable.

La amenaza en el frente occidental no era tan impactante para el gobierno nazi. La Luftwaffe (Fuerza Aérea alemana) estaba haciendo lo posible por detener la avanzada de los aliados. Lo lograban, pero a un costo muy alto. En un día de batalla, según cifras del Reino Unido, cayeron 905 aviones alemanes.

Pero las tropas aliadas no avanzaban más allá del río Rhur. Aunque, sin duda, habían arrebatado kilómetros de territorio a los nazis, no habían conseguido un avance importante que les acercara a Berlín. El crédito quedaba en manos del ejército rojo.

©Periódico El Colombiano de Medellín. Martes, 17 de abril de 1945. Portada y página nueve de esa edición.

jueves, 19 de marzo de 2009

Historia de la violencia en Medellín

"Para comer hay que buscarse el real"


“Sobreviviendo en una realidad
De la cual yo no podía ni escapar.
Para comer hay que buscarse el real
Aunque se una regla sociedad
A la cárcel te escribe mi amistad
No te apures que tu suerte cambiará”


Héctor Lavoe-El día de suerte

Para comprender este segundo punto de la evolución histórica de la violencia en Medellín, se hace necesaria la mención de estas cifras:

“En 1951 Medellín tenía una población de 358.189, para 1973, ésta se multiplica por 3.2 veces, llegando a un total de 1.152.000. Nueve años antes, en 1964, ya tenía 773.877”[1].

Bajo esta cifra se justifica el proceso expansionista de Medellín en aquella época. La capital del departamento de Antioquia se extiende a tal punto que ya toca límites con sus respectivos municipios colindantes: Bello, al norte y Envigado e Itagüí al sur.

Este mismo desarrollo, conllevó a que la planeación de Medellín tuviera consigo, una idea fundamental de recuperación de espacios deteriorados. Esta idea surgió de las élites económicas y políticas y se desarrolló por medio de las entidades públicas que habían tenido desarrollo en la década de los cincuenta y sesenta como “Empresas Públicas de Medellín (1955), de las Empresas Varias (1965), del Departamento Administrativo de Planeación y Servicios Técnicos (1967)”[2].

Esta última entidad jugó un papel fundamental en la misión que se proponían las minorías poderosas. Zonas con obras públicas importantes, son zonas en las que no puede vivir una persona con cualquier ingreso mensual, por el aumento sustancial de los servicios públicos, pagos de predial, entre otros factores directos e indirectos. Este modelo de planeación era, sin duda, un modelo de exclusión pensado por las clases altas y que ofrecía unos resultados importantes para ellos. Liberaban territorios de aquellos que según su filosofía los “deterioraban”, para convertirlos en centros de “progreso”.
Bien puede un preguntarse ¿Se logra un verdadero progreso en la ciudad, y el país en general, con esta visión? O ¿estos personajes se referían al progreso de sus bolsillos? En fin, basta con mirar las diferencias socio-económicas de Medellín para entender este asunto. Una minoría inmensamente rica frente a una mayoría pobre.

Los territorios elegidos para reubicar a las personas, sin duda, fueron la puntada final para la exclusión social. Hoy, aún quedan rastros de todo ese proceso, que valga aclarar, no tuvo el mismo “éxito” en todos los lugares. Actualmente, sectores estrato uno en El Poblado –zona de alto nivel socio-económico, en términos generales– son muestra de ello. Aún hoy estas personas luchan porque se les reconozca su derecho a estar ahí, y porque no sean un factor de “deterioro” de la zona, frente a su “progreso” potencial.

por su parte, las Empresas Públicas de Medellín, por el contrario, sí fueron un factor determinante en el proceso de búsqueda de una inclusión social. Su política de cubrimiento total en la zona sirvió para evitar una brecha aún mayor entre las clase sociales.

La brecha de exclusión empezó a generar círculos de marginalidad y pobreza. El odio por los que tenían dinero, impulsó a las acciones de inseguridad y violencia. Pero no sólo esto; en condiciones de pobreza extrema y frente a situaciones de desempleo, muchos de los jóvenes que no podían mantenerse en la educación secundaria o estaban imposibilitados a estudiar una carrera universitaria, veían en el camino del 'dinero fácil' una forma de sobrevivir y mejorar sus condiciones de vida; condiciones dignas que el gobierno les negaba.
El camino del 'dinero fácil' eran los robos, la delincuencia común -bien fuera en grupos organizados o desde la individualidad-; en general, la violencia que generaba dividendos.

El fenómeno social había mutado a un nivel superior, sólo faltaba la estocada final: El narcotráfico.

Pintura
Fernando Botero
El cazador 1999
Pintura (Óleo/Tela)57,5 x 45,7 cm

Bibliografía
[1] Contexto General de la Violencia en Medellín. Alberto Granda Marín-Iván Darío Ramírez
[2] Ibíd

jueves, 12 de marzo de 2009

Especial Informativo Local

Historia de la violencia en Medellín I
Obra: Masacre en Colombia
Autor: Fernando Botero
Fecha: Año 2000

Letreros en las calles de la Medellín actual rezan: “A mi ciudad no vuelve la violencia”. Vale la pena que nos preguntemos ¿Alguna vez se ha ido? O también ¿Cómo llegó?

El contexto de la violencia no es fácil de explicar, sea cual sea el lugar del que se quiere hablar. Asimismo sucede con el desarrollo de la violencia en la ciudad de Medellín. Sus causales se remontan a todo tipo de aspectos, bien sean políticos, económicos, sociales y hasta culturales.

Sin embargo, hay un conjunto de sucesos a lo largo de la historia de la ciudad que bien podrían dar bases sentadas del proceso de surgimiento y auge de la violencia en la ciudad.

Antes que nada hay que hablar del aspecto nacional. Desde los inicios de la vida republicana, el Estado colombiano no se puede jactar de haber tenido lo que algunos filósofos como Max Weber llaman “Monopolio de la violencia legítima” y que se refiere estrictamente al uso de la violencia como método usado por un Estado para mantenerse y ejercer dominio sobre la sociedad. En Colombia las armas las han dominado los gobernantes y sus opositores.

Esto genera factores de ingobernabilidad que se ven reflejados en la misma situación política de la nación. La misma historia nos recuerda que los partidos políticos tradicionales tenían un claro objeto: la eliminación del contendor para ser yo el que domine; por ejemplo, la guerra de los mil días en los inicios del siglo XX.

En el contexto estricto de la ciudad de Medellín esta situación política es, sin duda, uno de los factores influyentes, pero, no uno de los causales fundamentales de la violencia. Es, más bien, una de sus motivaciones.

Para estudiar el surgimiento de la violencia en la ciudad, es necesario que analicemos las siguientes cifras:

“Para 1951, Medellín duplicó su población con respecto a la de 1938: pasó de 168.266 a358.189 habitantes”(Datos: Contexto General de la Violencia en Medellín).

Este sustancial aumento se debió a la migración acelerada de la población rural de Antioquia a la capital del departamento, en búsqueda de prosperidad económica y, en algunos casos, huyendo de la situación de violencia política que para ese momento se acrecentaba, debido a la muerte de Jorge Eliécer Gaitán en 1948.

Los habitantes que llegaban a Medellín sin recursos económicos invadían territorios abandonados y allí construían sus casas; obviamente en condiciones desastrosas, sin ningún tipo de servicio público y en condiciones de vida indignas.

Sus posibilidades de conseguir empleo eran muy bajas. Era una población con bastos conocimientos en el aspecto rural, pero con nulos conocimientos de la vida urbana y los empleos de la ciudad. Una población poco competitiva que a falta de recursos ve en la informalidad una manera de conseguir el dinero necesario para subsistir.

Este factor era generador de una exclusión social clara. La pobreza y el desconocimiento por parte de la administración local que, en general, les negaba la posibilidad de tener servicios públicos y en algunos casos les obligaba a abandonar los predios invadidos por pertenecer a particulares, fueron motivos que empezaron a causar mella en esta población migratoria.

La iglesia y los partidos políticos se solidificaron como estamentos de inclusión social. El párroco de cada Iglesia se convierte en el referente barrial, mientras los partidos políticos aprovechan la situación para hacer su proselitismo en cada uno de los barrios y juntas comunales.

La violencia para la década del cincuenta y principios del sesenta se simplificaba en algunos casos aislados. El problema crecía bajo las sombras de la creciente ciudad.

Espera próximamente la segunda parte de este especial: Historia de la violencia en Medellín.

lunes, 9 de marzo de 2009

Gran Especial Informativo


Edición del 16 de abril de 1945. Imagen del Periódico El Colombiano, Medellín (Colombia) sobre los últimos días de la batalla en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial.


Capítulo Dos: Ofensiva Total sobre Berlín

Berlín, 15 de abril de 1945; la ciudad ad portas de estar sitiada completamente. Las tropas soviéticas están a cerca de 37 kilómetros de Berlín. La defensa alemana es fanática, el discurso de la guerra total de Goebbels, ministro de propaganda del Tercer Reich, dos años antes, invitaba a que todos los ciudadanos alemanes aptos para la guerra se movilizaran y lograran la Victoria para su Nación . Muchos alemanes tenían clara su participación en la guerra: sacrificar sus vidas por su nación; otros preferían esconderse y proteger lo más importante para ellos, más importante que su misma patria, la familia.

Las tropas aliadas caminaban a un paso más lento e inseguro. La más cercana era una columna norteamericana que cruzó el río Elba, aún lejos de la capital alemana y que sufría de constantes bajas en su recorrido.

Sin embargo, los bombardeos aéreos contra la capital y diferentes lugares de toda Alemania eran una constante. La nación que hace tres años era temida por su poder militar y su sinnúmero de batallas ganadas, ahora intentaba defenderse con todo lo que podía. La invasión a la URSS le había costado caro a Hitler.

El Führer demandaba a sus comandantes del Werhmacht (Fuerzas Armadas Alemanas) tareas casi imposibles y contraataques desesperados que llevaban condenaban a la muerte a cada uno de los soldados. Muchos de los comandantes del Ejército alemán preferían evitar la muerte infructuosa de sus soldados y se entregaban a sus contendientes. Las SS (Schutzstaffel-Escuadrón de defensa) seguían completamente fieles a las órdenes del líder Nazi y daban todo por salir triunfantes, una utopía ya para las condiciones de Alemania.

La Batalla en Berlín aún no comenzaba; poco a poco se avizoraba la caída del régimen nacionalsocialista.

viernes, 6 de marzo de 2009

Gran Especial Informativo

Con motivo de las siguientes fechas históricas:

• 20 de abril 2009: 120 años del natalicio de Adolfo Hitler.
• 30 de abril de 2009: 64 años de la muerte de Adolfo Hitler.
• 07 de mayo de 2009: 64 años de la rendición alemana.


La Tercera Cara de la moneda presenta el especial de 21 imágenes del periódico El Colombiano sobre el cubrimiento de los últimos días de la guerra en Berlín y la victoria de los aliados sobre las naciones del Eje. Las imágenes se actualizarán cada 3 días, a lo largo de las siguientes semanas.

Hago entrega del…

PRIMER CAPÍTULO: CAPTURADO VON PAPEN


El Barón Franz von Papen conocido también como El diablo con sombrero de copa fue el canciller alemán desde el primero de junio de 1932 al 4 de diciembre del mismo año, durante el gobierno de segundo presidente de la República de Weimar, Paul von Heidenburg.

Durante su mandato permitió que el NSDAP o Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán pudiera tener un brazo armado paramilitar -las Tropas de Asalto SA (Sturmabteilung)-, con el objeto de ganar popularidad dentro del Reichstag alemán; cuestión que a la larga no pudo lograr.

Más tarde llegó a un acuerdo con Adolfo Hitler para que le ayudara a conseguir la cancillería de Alemania, a cambio de la vicecancillería. Papen aceptó la propuesta y persuasivamente convenció a Paul von Heidenburg de permitirle el cargo de canciller a Hitler, a pesar de que el mismo Heidenburg lo hubiera criticado abiertamente con comentarios como:

-" Curioso hombrecillo es este Hitler... a lo más le designaría como ministro del Ministerio de Correos"- [Wikipedia].

A pesar de que von Papen cumpliera con su parte del acuerdo, Hitler le relegó rápidamente. “El 20 de Julio de 1933, Von Papen sirvió de representante del gobierno de Hitler en el Vaticano para la firma de un concordato entre la Iglesia Católica y el partido Nazi. Papen sirvió al gobierno Nazi como Embajador en Austria de 1934 a 1938 y en Turquía de 1939 a 1944. En este último país conoció a al entonces Nuncio Apostólico Angelo Giuseppe Roncalli (más tarde conocido como el Papa Juan XXIII)” [Wikipedia]. El conocerlo, lo llevó a liberar a muchos judíos que iban a hacer traslados a campos de concentración del régimen Nazi.

Para el 13 de abril de 1945 sería capturado por el ejército aliado y ante la llegada del ejército Norteamericano a su casa, dijo: “No puedo imaginarme. ¿qué desean ustedes con un viejo de sesenta y siete años”. Su captura sería la primera captura de un líder nazi en la década de los 40. De ahí su gran importancia. Después de esta captura, caerían ya varios miembros destacados dentro del nazismo.

Fue uno de los hombres que estuviesen en el Juicio de Nuremberg, pero fue absuelto por su ayuda con el Papa Juan XXIII.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Juegos Olímpicos de Berlín 1936


La celebración de los Juegos Olímpicos en la capital alemana fue la oportunidad perfecta para que el gobierno Nacionalsocialista, liderado por Adolfo Hitler, demostrara todo su poderío. Tanto así que la inauguración de los Juegos Berlín 1936 significó la primera transmisión televisiva en el mundo en vivo.

El aparato tecnológico alemán había evolucionado a tal nivel, que se pudieron dar el lujo de pasar a la historia por esta hazaña en telecomunicaciones. En esa ocasión se utilizaron cámaras electrónicas y mecánicas, además de una unidad móvil.

La fuerte importancia que daba Hitler a la propaganda fue una de las razones específicas que lo llevó a fortalecer la industria y la técnica alemana. Valga aclarar que era una televisión de servicio meramente estatal y subordinada al dominio del Tercer Reich.

La elección de Berlín como la sede de los Juegos Olímpicos fue en 1931, cuando la Presidencia alemana era ocupada por el mariscal Paul von Heidenburg y Hitler aún era el principal líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).

Probablemente, la elección de la capital alemana pretendía disipar la furia del pueblo alemán por la debilidad que le había causado al país el Tratado de Versalles, que había obligado a Alemania y sus aliados a que aceptaran la responsabilidad de haber causado la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248, desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales y pagar indemnizaciones a los estados vencedores. Siendo este uno de los argumentos más reiterativos en los discursos del NSDAP; lo que, además de otras razones, les permitió aumentar su popularidad y convertirse en la mayoría dominante en el Reichstag (Parlamento alemán) para 1932 con 13,57 millones de votos.

Debido a los cambios políticos en Alemania y el establecimiento de la dictadura de Hitler, EE.UU. quiso boicotear los juegos, negándose a participar; pero luego, cedieron. España fue el único país en no participar en el evento y propuso los Juegos Populares de Barcelona, que luego fueron cancelados por el inicio de la Guerra Civil Española.

Los Juegos Olímpicos se llevaron a cabo normalmente bajo las banderas esvásticas y la Alemania Nazi se consagró como la ganadora de este certamen con 33 medallas de oro, 26 de plata y 30 de bronce, para un total de 89 medallas –una razón más para que Hitler creyera en la supremacía de su raza- y fue seguida por los Estados Unidos con 24 medallas de oro, 20 de plata y 12 de bronce, para un total de 56 medallas.


Una curiosidad en los Juegos Olímpicos que dio pie a muchos mitos fue que Jesse Owens, un atleta norteamericano afrodescendiente, fuese el mejor deportista del certamen deportivo.

En un Estado racial, como el impuesto por el Tercer Reich, y en el que se denominaba a los afrodescendientes como “Bastardos de Renania” (que venía desde finales de la Primera Guerra Mundial, cuando mujeres alemanas de la región de Renania tuvieron relaciones con soldados franceses afrodescendientes y tras quedar embarazadas y tener sus hijos mestizos fueron abandonadas por los franceses), la misma noción de que Hitler felicitara o por lo menos saludara al atleta norteamericano parecía risible.

Sin embargo, en el libro autobiográfico de Jesse Owens, cuenta que “el Canciller (Hitler) se levantó, me saludó con la mano y yo le devolví la señal. Pienso que los reporteros tuvieron mal gusto al criticar al hombre del momento en Alemania”. [Cita Obtenida de Wikipedia].

Lo que resultó más anecdótico, fue que el entonces Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosvelt, para ese momento en campaña para su reelección, no felicitó al atleta por su destacada participación, debido a que no quería causar espina dentro de la población del sur del país, altamente racista y principal zona de dominio del Ku Klux Klan, pues esto lo podía perjudicar en las elecciones.

¿Lo sabía? Deje su comentario y aporte a la construcción de la historia alternativa…

Ilustración: El País©.
Fotografía Jesse Owens de público dominio [Wikipedia].
Video: Portal Youtube.

martes, 3 de marzo de 2009

La Historia y una Tercera Cara


La historia busca y encuentra las fuerzas que conducen a las acciones que se consideran como acontecimientos históricos. Y, su interpretación, no se puede limitar a mostrar las dos caras de la moneda, la del perdedor y la del ganador, la de la víctima y el victimario.Una tercera cara también existe. La del evaluador que luego de conocer las dos visiones participa con su propia reflexión.


Fusilamientos de Príncipe Pío, El 3 de mayo de 1808 en Madrid
Autor:Francisco de Goya y Lucientes
Fecha:1814 Museo:Museo del Prado
Características:268 x 347 cm.
Material:Oleo sobre lienzo